Si el cielo cantara las cosas que ve
entonara un himno de olores y cosas
casas, jardines, gente y carrozas
envueltos en lienzo manchado de ayer
Si el cielo pintara el actuar del hombre,
desapareciera,
revelando lo que hay más allá
por eso desemboza cada doce horas
sus pinceles del tapiz
corriendo la cortina
y en la noche nos avecina
a la verdad,
tinieblas y miles de destellos de lo que podria ser.
Su celaje comunica al ritmo del viento
cual poeta sin tinta su ecuánime parecer
movido por sucesos salvajes, sin respeto
dibujando los sueños, sin ansiar, sin quierer
Si el cielo y el mar no mueren ni nacen,
si viven por ellos, y ven sin olvidar,
que cuenten al mundo los verdaderos traspiés
que cambiaría el destino de este orbe sin paz
Si el cielo y el mar no fueran aliados,
pobre del hombre, ruina fatal
Si cielo y el mar despegaran sus labios,
nos dejara una inverosímil caverna abismal
Si el cielo y el mar durmieran por siempre
arropados en dolencia y reposo infinito
despertarían al segundo sin duda ni vacilación
a cantar oh cielos,
a danzar, mar,
sin prisa
sin presteza
Ella se sentó, no dijo palabras; sus ojos hablaban a un ritmo tan parsimonioso que hasta un pequeño niño hubiese entendido estas palabras sin letras; sus manos se posaron sobre el monstruo negro. Do, re, mi, dijeron sus dedos. Re menor, si bemol. ..Ella le sonreía sin quitar las manos de las teclas y sin quitar los ojos de su mirada. ..Do bemol, fa sostenido. .No tenía mucho sentido. ..Re, si séptima, sol, sol menor. ..Algo iba saliendo. ..Re, mi séptima, re.. .Podía sentirlo. ..Sol menor, si séptima, re. ..Sus dedos hablaban cariñosamente con cada nota. .Iba fluyendo, iba fluyendo. ..Al piano.